Hace unos días algunos representantes de la Asociación Vecinal Las Fuentes tuvimos la ocasión de conversar con una periodista de Heraldo de Aragón sobre el estado y la importancia del Soto de Cantalobos, una pequeña «joya» de espacio natural al alcance de vecinos y vecinas de Las Fuentes y Zaragoza en general, que en la Asociación consideramos que sufre un abandono histórico por parte de las administraciones y debería ser protegido y conservado.
Podéis leer la noticia completa que se publicó en la edición digital de Heraldo de Aragón del 14 de febrero aquí:
El soto de Cantalobos (como también la protección de la Huerta de Las Fuentes)siempre ha sido un tema muy importante para los vecinos y vecinas del barrio y una de las reivindicaciones históricas de la Asociación es su conservación. Entendemos que debería estar mejor aprovechado y cuidado porque siempre hemos pensado que tiene un valor ecológico importante por la variedad y la diversidad de plantas, aves y mamíferos que se pueden encontrar allí, además del disfrute que es pasear por sus caminos
El Soto de Cantalobos es una zona natural inundable y cada vez que hay inundaciones hay destrozos y árboles que se caen y dificultan el paso, el lugar se vuelve intransitable y está todo embarrado. Nosotros queremos que el entorno mantenga su estado natural y no queremos intervenciones duras que lo puedan alterar y sabemos que el Ayuntamiento de Zaragoza periódicamente entra a acondicionar los caminos para que sean transitables, pero haría falta más. Tampoco se trata de acondicionar todo para que, por ejemplo, entre la gente con bicicletas, pero, al menos, que se pueda caminar y disfrutar porque es una auténtica selva pequeña. Hay que poner en valor todo lo que ofrece el soto y pedir un mantenimiento adecuado, potenciar sus cualidades, ponerlas en valor y protegerlas para que los valores ecológicos se preserven y para que se mantenga visitable. Es un patrimonio del barrio y de la ciudad.
El de Cantalobos es un Soto con una gran diversidad de especies de flora que albergan gran cantidad de fauna. Destacan algunos árboles de porte monumental, como fresno, chopo, sauce, olmo y tamariz. La estructura es alargada, con un bosque denso en el interior y una playa abierta en la curva más pronunciada.
La mejor manera de llegar, si quieres conocerlo es desde desde el Paseo Echegaray, pasando por debajo del puente de Giménez Abad y continuando siguiendo el curso del río Ebro aguas abajo unos 2 kilómetros hasta el puente de la z-40. Después se puede volver por el mismo camino o por alguno de los caminos que cruzan la Huerta de Las Fuentes o incluso continuar hacia La Cartuja Baja.