UCARAGÓN y la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza manifestamos nuestro rechazo a la situación laboral en gestión de los buses urbanos de Zaragoza.
281 días ha durado la paz laboral en los autobuses urbanos de Zaragoza. De nuevo se ha puesto en evidencia la nefasta gestión que la empresa que los gestiona. Nuevamente, y ante unas fechas especialmente delicadas para los habitantes de Zaragoza y sus visitantes, la empresa Avanza pone en riesgo la oferta de un servicio de trasporte público adecuado.
Un largo conflicto de más de 600 días acabó en el mes de diciembre pasado. 281 días después los usuarios del autobús urbano volvemos a la vieja costumbre de convivir con una huelga en el servicio. Los zaragozanos no nos merecemos depender para nuestra movilidad de una empresa manifiestamente incapaz de gestionar adecuadamente sus recursos.
Ya en el mes de diciembre, UCARAGON y la FABZ pidieron a los grupos políticos del Ayuntamiento de Zaragoza que la contrata a Avanza fuera denunciada y se le retirara la gestión del servicio del autobús urbano. La inmediata finalización del conflicto a pocos días de esta denuncia mantuvo la situación como estaba. Pero tranquilidad solo ha durado el tiempo que se ha tardado en conseguir la prórroga del contrato por otros cuatro años. Conseguido esto, 55 días después, volvemos a las viejas costumbres.
A todo ello se añade una nefasta calidad del servicio, con vehículos incendiados o averiados, descontrol en la información digital de frecuencias en marquesinas y el reajuste de tiempos de recorrido de varias líneas, por cierto, negociada sin contar con las asociaciones de vecinos ni con las organizaciones de consumidores y usuarios.
Nos preguntamos cuantos días de estos cuatro años prorrogados vamos a tener un servicio de autobús urbano completo y cuantos sufriremos estos conflictos laborales. Parece que el catálogo de discrepancias entre la dirección y los trabajadores de AVANZA es inagotable.
Pedimos al equipo de gobierno que reconsidere su decisión de mantener el contrato en manos de una empresa que da muestras tan evidentes de no ser capaz de implementar una política de recursos humanos que garantice el buen servicio a la ciudad. Nosotros ya lo advertimos y mucho nos tememos que vamos a tener que recordarlo en numerosas ocasiones.